Los romanos usaban siete letras mayúsculas para escribir los números: I, V, X, L, C, D y M.
Cada letra tenía un valor.
Los números romanos se escriben combinando estas letras, I, V, X, L, C, D y M: siguiendo unas reglas.
Una letra colocada a la derecha de otra de igual o mayor valor le suma a esta su valor.
Las letras I, X o C, colocadas a la izquierda de una letra de las dos de mayor valor que les siguen, le resta a esta su valor.
Las letras I, X, C y M se pueden repetir sólo tres veces.
Una raya horizontal colocada encima de una letra o grupo de letras multiplica su valor por 1.000.